martes, 22 de abril de 2008

Mafias norteñas

¡Qué razón tenía ese que dijo que “unos cardan la lana y otros llevan la fama! Y si no que se lo pregunten a Giorgio Pellegrini, ese terrorista italiano de extrema izquierda que huyo del país en los setenta tras matar a un guardia de seguridad en un atentado. Porque mucho hablan de nosotros, los sicilianos, o los calabreses, o las gentes del sur en general, pero ¡hay que ver como las gastan los del norte!


Después de pasar por varios países centroamericanos, participando en la guerrilla y descubriendo que, a su lado, sus ex compañeros italianos eran auténticos niños sin destetar; después de camelarse a algunas cuarentonas (se ve que tiene buen gusto el chaval) que le ayuden a sobrevivir; y después de pedir ayuda a otros exiliados en París cuando decide que ya lleva demasiados años oculto y tal vez sea la hora de reintegrarse en la sociedad, Pellegrini acepta un trato que, a cambio de varios años en prisión, le convertirá en un hombre rehabilitado.


Pero claro, no cuenta con las mafias del norte, las que operan en el Véneto disfrazadas de ilustres abogados o respetables hombres de negocios y, de paso, controlan el tráfico de drogas o la prostitución. Y no cuenta tampoco con que para volver a llevar una vida normal deberá pagar por favores realizados a un policía no sólo corrupto sino además deshonesto, lo que ya debe ser la leche. Y deberá refugiarse de nuevo en las cuarentonas que tanto le atraen. Y deberá volver a matar, desde luego. Porque si uno aspira a llevar una vida normal, en ocasiones son necesarios algunos desmanes sin importancia.


Y todo eso en el rico norte, no en el pobre sur dominado por los que siempre hemos tenido mal nombre. Pues eso, que lo de la lana y la fama.


Hasta nunca, mi amor

Massimo Carlotto

EMECÉ


1 comentario:

Noemí Pastor dijo...

En el rico norte de Italia he oído hoy en la radio que parece haber un asesino en serie de prostitutas. Un valiente. Si es que no son ajustes de cuentas entre bandas rivales, claro. Todo muy próspero y muy civilizado.