sábado, 29 de marzo de 2008

¡Asesinos a sueldo a mí! (5)

La primera impresión que tuve de Oleg fue equivocada. Lo conocí durante un trabajito que hizo en la Bretaña francesa, una faena limpia de ésas que no dejan ni mal olor y que parecen en todo un accidente. Me pareció un sádico, un tipo con sangre de hielo; me dejé llevar por mis abundantes prejuicios racistas y, como era ucraniano, pensé: "Una bestia parda". Pero luego fui sabiendo más de él.

Oleg vivía en Pitria, al ladito de Chernóbil. El accidente del reactor nuclear le pilló mocito: tenía diecisiete años y vio morir, por este orden, a su padre (era bombero y tuvo que ir a apagar las llamas de la central), su madre y sus hermanos pequeños. Luego vio morir a muchos niños más, pues los acompañó, como monitor, a Francia, donde almas médicas caritativas les ofrecieron tratamiento. También se trató el propio Oleg, pues, al final, el cáncer lo atrapó.

Oleg se convirtió en aliado de la muerte y se dedicó profesionalmente a limpiar forros ajenos a cambio de elevadas sumas, pues (creo que no lo había dicho antes) sacar del mundo a la gente que te estorba no está al alcance de cualquiera. A mi alcance, desde luego, no.

Así, haciéndose pasar por guía turístico, Oleg encadenaba un encarguito tras otro mientras su monstruo interior se hacía cada vez más grande. Hasta que un día recibió una oferta como ninguna otra, vio lo que nunca había visto antes y, paradójicamente, se le abrió una puerta a la esperanza.

NOVELA:
Thierry Jonquet : Ad vitam aeternam
Éditions du Seuil, 2002

2 comentarios:

Eyal dijo...

seguro que el titulo de esta novela con Oleg con protagonista es Ad vitam aeternam ? o hubo un error. porque arriba aparece la reseña deñ mismo libro pero no tiene nada que ver!

Merche Verdugo dijo...

Sí, Oleg aparece en Ad vitam aeternam, pero no como protagonista: es un personaje secundario.